La calle suena
“Don't you knooow, they're talkin' bout a revolution, It sounds like a whisper, don't you knooow, they're talkin' about a revolution”. “Escucho ese estribillo transmitido por una potente, gruesa y melodiosa voz acompañada de una guitarra acústica. El sonido proviene del fondo del túnel pasadizo en forma de curva que voy atravesando en medio del tumulto de viajeros que quieren cambiar de línea en el metro de Plaza España, Barcelona.
Como una cobra atraída por la melodía de la flauta, voy al encuentro del músico que aún no logro ver a pesar de los muchos metros de visibilidad que tengo. Avanzo unos segundos y la voz con rasgos del Misisipi profundo ya tiene rostro y cuerpo. Un moreno de cabello enroscado hasta la altura de los hombros, ojos negros y expresivos y una boca grande de donde salía la voz más impactante que había escuchado en mucho tiempo (cuidado sin en toda la vida). Me paro y disfruto del regalo musical, ese sonriente músico transmite sensaciones levitadoras en medio del caos de una estación en casi estado de 'ebullición' tanto por el calor como por la gente. Despierto del éxtasis sonoro y me digo: 'Gracias amigo, Gracias'. ¡Es tarde, cooo! A correr porque llegaré tarde al trabajo”.
Aquella fugaz actuación retumbó en mi cabeza desde aquel verano del 2003. Pocos meses tenía de haberme instalado en Barcelona y ya había disfrutado de algunas interesantes expresiones artísticas en la calle, pero sin duda, ese día de julio fue la mejor actuación. Aquel chico tenía mucha buena vibra. Transmitía con su voz sentimiento, emociones. Pensé que era más que una habilidad, un don lo que poseía esa voz.
Los días y meses pasaron y seguía recordando ese potente canto. Generalmente los músicos de la calle vuelven "a la escena del crimen", por eso mantuve los ojos, mas bien los oídos, bien abiertos por esa estación de metro y otras plaza y calles. Pero nada, sin fortuna alguna. Aunque también es cierto que disfruté por esa época de las presentaciones callejeras de otros valientes y talentosos músicos como: “los keruzones”, “un bajista acompañado de la chica del cajón flamenco”, “el arpista detrás de la catedral”, etc. etc. etc. Barcelona brindaba esas cosas a los que "pateábamos" sus calles a diario sin depender de un coche.
Una fría tarde otoñal del 2005 caminaba por la famosa calle del Portal del Ángel rumbo a la céntrica Plaza Catalunya. “And Daaarling, Daaarling, Stand… byyy meee, ohh, now, now, stand… byyy meee…”. De repente escuché una voz cantaba esa melodía. “If the sky that we look upon Should tumble and fall…” Frente a la vitrina de la tienda de disco de la gran cadena de compras española estaba aquel moreno, el de la súper voz del subterráneo. (Ver video).
Una y luego otra, y otra: “Help”, “Killing me softly”, “Woman no Cry”, “Talkin’bout revolution”. La magia volvió después de dos años. Perdí la noción del tiempo mientras poco a poco muchos más eran contagiados con la agradable onda expansiva de melodía. Por suerte llevaba conmigo un teléfono con cámara y registré unos segundos para compartir y recordar esas agradables sensaciones. “Qué fortuna”. Pensé después de casi una hora de concierto en plena calle a puro pulmón y guitarra acústica. No hubo frío, trabajo ni compromiso que impidiera “atornillarme” en medio de esta comercial y turística vía de Barcelona. Satisfecho.
Una de las consecuencias de dicho espectáculo fue que en los días siguientes muchos amigos y conocidos soportaran a un empecinado tipo que les decía: “Te voy a mostrar un super cantante que vi en Portal del Ángel. Impresionaaante!”. La euforia fue remitiendo con los días. Ya había logrado cumplir el deseo de ver al "cantante del metro" con gusto y tranquilidad, además tenía guardado el testimonio en imágenes del suceso.
Meses más tarde cambié mi rutina por las calles de Madrid. Allí también empecé a conectar con sus voces y sonidos. Un día frente al ordenador (computadora) revisando el Hotmail abrí un forward que contenía un video que decía: “Stand By Me Playing For Change Song Around the World”. Lo descargué y apreté el play del reproductor de la pantalla. Inmediatamente el video comenzó. En un primer plano apareció un hombre de voz gruesa, con una guitarra y arrancó con los primeros acordes de “Stand by me”. Todo era registrado por un hombre con equipo de grabación de audio. El músico era identificado en el video con su nombre y procedencia (Roger Scott, Santa Monica, California). Cantó el primer estribillo y las imágenes cambiaron inmediatamente hacia otro lugar y a otro cantante. Este aún mayor continuaba el hilo de la canción (Granppa Elliot, New Orleans Lousiana). Enseguida otro plano mostró a un joven tocando un instrumento de percusión típico de la zona del sur de Estados Unidos. Esto tres músicos se fusionaban en la imágenes sincronizadas con el audio de la canción que se iba construyendo en cada lugar. A continuación la imagen de un avión que despegaba hizo la transición para que apareciera, “¿Adivinen quién?” (Ver video)
“¡Lo conozco!”. La celebración fue como si un amigo muy cercano estuviera presentándose en el Madison Square Garden de Nueva York. En ese momento me sentí comprendido. Alguien más se había dado cuenta de la energía de ese personaje que ahora por fin tiene nombre y apellido, Clarence Bekker de Amsterdam. La gente de Playing for Change hizo este original video con músicos de la calle de todo el mundo para causas solidarias. Me alegró que este "amigo" tuviera la oportunidad de llegar a muchos más que pudieran disfrutar de su “don”. Además su contribución a ese proyecto solidario haya servido para ayudar a otros con menos oportunidades de levantarse en estos tiempos. Nuevamente me quité el sombrero.
Clarence sigue participando en el proyecto Playing For Change cantando con una banda de colegas músicos de la calle en una gira por escenarios de "verdad" en Estados Unidos (playingforchange.com). Según la página web y sus videos el proyecto parece un éxito, aunque nuestro amigo no ha abandonado a los afortunados espectadores que se tropiezan con él por las calles de Barcelona. (Ver video)
(Dedicado a la gente que quiere compartir su don y hacernos disfrutar en cualquier calle o plaza del mundo).
Adrian Naya
Estas son las cosas que me hacen envidiar a los países que apostaron por el desarrollo de sus gentes, al bienestar común. Nosotros tenemos una nueva "providencia" de CADIVI que te impìde gastar más de 40 US$ diarios y además NO PUEDES COMPRAR TICKETS PARA CONCIERTOS MUSICALES O EVENTOS DEPORTIVOS. Porque eso, para los cerdos rellenos de crema de cucaracha que tenemos en el gobierno, no es justificable, es de niños burgueses. Imagínate: la cultura musical. Nada más ni menos. Y todavía hay gente, fuera de benesuela, que apoya a estos saqueadores.
ResponderBorrarBuena la tuya, bien hecha. Sigue por ahí Adrián. Siempre hace falta leer de esto.
Un abrazo, viejo
imagino que lo de "BENESUELA" es en joda... no?
ResponderBorrarAdrian: me encanta tu blog... fue una super grata sorpresa!!! un beso grande!
Silvia
Opino lo mismo que Cholo; pues vivo acà y padezco el sufrimiento y la impotencia del venezolano decente y con setido comùn. En todas las èpocas han caìdo enfermedades que hicieron estragos en el mundo, en la nuestra tenemos el sida y el càncer que atacan al ser humano de manera sistèmica y ademàs tenemos enfermedades o plagas de tipo social como el falso socialiso o chavismo y el regueton que son la antitesis de todo lo que socialmente es bueno o correcto, y van matando el alma y la esperanza de todo ser humano que desea vivir con dignidad y seguir creyendo en la bondad, buena fe, humildad y respeto al prògimo.
ResponderBorrarPero cosas como estas que acabas de publicar nos demuestran que en cada pedacito del mundo hay gente con un don divino que viene a regalarnos momentos de paz y speranza,para tomar furezas y querer ser mejores personas cada dìa.
"no hay mal que dure mil años ni cuerpo que lo resista".
Gracias por tu sencibilidad y buen gusto al dedicar parte de tu tiempo a difundir este tipo de cosas un gran abrazo hermanito.
Hermano! excelente blog!
ResponderBorrarMe sentí muy identificada contigo cuando leí este post, la verdad, el verano pasado, muchas de estas personas que nos regalan su don en las calles me alegraron mis mañanas camino al café.
Gracias por brindarnos este espacio que, en mi caso particular, se ha convertido en mi lectura ligera mientras recorro el largo camino de mi tesis, y me ha ayudado a llevar mi forma de escribir a un plano más armonioso desde que veo las notas musicales en tus líneas.
Siempre enseñándome... con o sin intención...jeje
Te quiero mucho!
Que reportaje es este donde nos invitas a viajar y no sólo por las Pampas sino a tu mundo que sigue siendo mágico y nos transportan (el verdadero y auténtico relax). Bravo hijo, ésta es una de las cosas que lo reconcilian a uno con la vida.
ResponderBorrarAdelante.....
Mami, creo que escribiste en el post equivocado jejeje :P
ResponderBorrarA mi me paso algo parecido con este mismo pana, de visita en Barcelona tuve la suerte de escucharlo cantando alguna cancion de Bob Marley en la misma avenida portal del angel y me quede loco con la voz del tipo. un tiempo despues, me entere del proyecto donde estaba y fue tal cual como ver a un pana que empezo tocando en su casa y ya estaba teniendo exito!!
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