Advertencia: Muro en destrucción
"Muro en obras para ser derruido" podría ser otro título para esta entrega, tantos como la cantidad de interpretaciones que hagamos a los mensajes que vienen desde hace varias décadas de la banda inglesa Pink Floyd.
Como ya comenté en "Vino Pink", esa banda es como el buen vino, con los años gana más.
La historia particular de este servidor con esta experiencia musical es como con una película de Tarantino, con constantes saltos en el tiempo de la historia. Mi primer encuentro cercano fue en 1990 cuando tuve la fortuna de ir a comprar mi primer Compact Disc (CD) patrocinado por unos papás melómanos. Aunque no había una amplia oferta en ese formato (recién comenzaba) pude haber elegido de lo que más escuchaba en esa época con 15 años: The Cure, Soda Stereo, The Police, etc. Pero no, el joven se le ocurrió estirar su brazo hacia el mueble donde justo estaba una portada que decía "Roger Waters... THE WALL...live in Berlin". Allí comenzó todo.
Con los años fui saboreando con más gusto la música Floyd y el deseo de disfrutarla en vivo iba también increscendo. Por una razón u otra "fui dejando" escapar oportunidades que pasaban por delante en tiempo y espacio: Caracas (2001), Barcelona (2006) y Madrid (2011). Pero en el 2016 el deseo fue cumplido tras haber derribado algunos muros.
Mi cara se empezó a humedecer desde afuera y desde adentro, mientras sonaba "Breathe, breathe in the air" acompañado por 200 mil almas en el Zócalo de la Ciudad de México en la noche del primero de octubre.
Había llegado el momento de vivir el sonido perfecto, la imagen perfecta, después de décadas de espera por culpa de Roger Waters. Imágenes envolventes de 100 metros de largo daban un poco de lógica a los sonidos que venían de todos los parlantes (altavoces) distribuidos alrededor de la inmensa plancha Azteca. La lluvia se hizo presente para recordarnos que estaba fluyendo el rosa desde el "Dark Side of The Moon", con Speak to Me, Breathe, Set the controls for the heart of the sun (A Succerful), One of these days (Meddle), Time, The Great Gig in the Sky, Money, Us and Them...
Después de dos horas y media de mensajes, música e imágenes llegó la hora de despedirse del sonido Pink Floyd con uno de sus papás, el Sr. Waters. Y no podía ser de otra forma que con el tema más impactante "Comfortably Numb".
Los sueños pueden ser cumplidos solo hay que derribar muros desde adentro.
Gracias!
Adrián Naya
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