Su guitarra cantó
Me subí al coche y empecé a rodar con la urgencia de llegar al llamado con la historia y con un presente muy gratificante. La lluvia dejó de inundar las calles de la Ciudad de México. Son las 8 de la noche de un sábado bendito y comienzo de Semana Santa, y miles de chilangos han emigrado a otros lugares, circunstancia que benefició el desplazamiento hacia el encuentro.
Pocos minutos después estaban mis pies corriendo sobre el asfalto del Paseo de la Reforma en el mismo sentido de cientos personas que se querían sumar al canto de una guitarra que ya se empezaba a escuchar a la distancia. En momentos como estos es cuando recuerdo que debo hacer más ejercicio. A pesar de las males condiciones físicas, mis piernas respondieron impulsadas por la excitación que producía encontrarme con aquel sonido.
Llegué a "El Ángel" de la ciudad, y bajo sus sus alas estaba allí el "ventrílocuo" celestial de la guitarra, una de las sensaciones de Woodstock junto a Hendrix, Cocker y Joplin, el principal responsable del mestizaje del rock con lo latino y africano, uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos según mi papá y mucha gente más, El Señor Carlos Santana.
Los notas de "Europa" me daban la bienvenida a una ceremonia elevada por los sonidos de este señor que no conoce fronteras musicales, y que desde 1967 se atrevió a "cantarnos" sin prejuicios a través de las cuerdas de metal. No había tiempo para lamentos por las canciones no disfrutadas, era momento de abrir mucho los oídos y dejar sentir esas deseadas vibraciones.
Después de disfrutar de un sólo de batería de Cindy Blackman, su esposa y ex baterista de Lenny Kravitz, vino "Jingo" un tema con magia africana en sus percusiones y que hicieron vibrar a miles en el mencionado festival de Woodstock, y en esa noche sobre el asfalto de la Ciudad de México.
Sientan su guitarra y las impresionantes percusiones santaneras (Ver video)
Llegué a "El Ángel" de la ciudad, y bajo sus sus alas estaba allí el "ventrílocuo" celestial de la guitarra, una de las sensaciones de Woodstock junto a Hendrix, Cocker y Joplin, el principal responsable del mestizaje del rock con lo latino y africano, uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos según mi papá y mucha gente más, El Señor Carlos Santana.
Los notas de "Europa" me daban la bienvenida a una ceremonia elevada por los sonidos de este señor que no conoce fronteras musicales, y que desde 1967 se atrevió a "cantarnos" sin prejuicios a través de las cuerdas de metal. No había tiempo para lamentos por las canciones no disfrutadas, era momento de abrir mucho los oídos y dejar sentir esas deseadas vibraciones.
Después de disfrutar de un sólo de batería de Cindy Blackman, su esposa y ex baterista de Lenny Kravitz, vino "Jingo" un tema con magia africana en sus percusiones y que hicieron vibrar a miles en el mencionado festival de Woodstock, y en esa noche sobre el asfalto de la Ciudad de México.
Sientan su guitarra y las impresionantes percusiones santaneras (Ver video)
Otro momento con especial vibra fue cuando Carlos llamó al escenario a su antiguo compañero de banda Gregg Rolie, el encargado original de ponerle voz y darle sonido a las teclas de "Black Magic Woman"en el grupo Santana. Una experiencia pocas veces vista desde hace muchos años.
Disfruten de este episodio mágico-musical como si se tratara de una máquina del tiempo que mezcla pasado y presente.
Sin dejar oportunidad para dejar asimilar la experiencia vivida arrancó "Oye como va", la versión que "robó" Santana a Tito Puente para poner a bailar a miles por décadas. Un tema que es un ícono de la fusión que Santana ha brindado al mundo, y que siempre es de agradecer, y bailar, por supuesto.
Después de ese abrazo entre Carlos y Gregg, la guitarra siguió hablando con "La Flaca", "Gypsy Queen", "Smooth", "Tequila" (versión) y "Peace on Earth".
Gracias Carlos por permitirnos escuchar tu guitarra cantar y retumbar en nuestro cuerpo en un sábado santo de una Semana Santa-na.
Adrián Naya
P.d. "Soul Sacrifice" sonó mientras estaba por llegar, pero ya ha estado en mi cabeza por años.
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