Del norte del sur
"Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta..." Sonaban las palmas mientras mis piernas empezaron a romper con la inmovilidad de mi cuerpo. Giré mi cabeza y alrededor observé que muchos danzaban también al mismo ritmo, era Joropo. Música, principalmente, de los llanos venezolanos, y que una noche de 19 de marzo, inundó la Sala Barco de la capital española. De un piano de cola provenían esas ondas que hacían mover los cuerpos hacia izquierda y derecha "un pasito pa'lante, un pasito pa'lante ..."
La responsable de provocar esa magia a través de las teclas era Prisca Dávila. Una venezolana que desde el 2003 ha creado 4 producciones discográficas cargadas de hechizos sonoros, y que en vivo sientes con mayor fuerza. Su "poción" ha consistido en mezclar la música tradicional venezolana con el jazz, la clásica, y recientemente, suministrándole aderezos flamencos.
Prisca cautivó a los presentes en casi 2 horas de concierto que crearon cierta adicción a más de uno. La pianista venezolana empezó su tarea hipnotizadora con un par de piezas muy íntimas de ella sola con el piano, entre las que interpretó el tema Leyenda del reconocido, y su antiguo profesor, Gerry Weil. El comienzo de concierto indicó sin dudas que íbamos a disfrutar de música de alto calibre.
Eduardo Dávila (padre de Prisca) en el saxo y flauta, Hilda Hernández en la percusión, Iván Díaz en la batería y Manuel Torcal en el bajo se subieron al escenario para acompañar a Prisca en su paseo con paradas por clásicos venezolanos y piezas de su propia autoría. Merengue Rucaneao, también de Gerry Weil, empezó generar el efecto anti-movilidad en el lugar. Lucerito, Un Helado con Clase, El Catire, Malembe, Desilusión y Lidiando Merengue mantuvo bajo hipnosis grupal en la Sala Barco con ritmos de Tonada, Merengue Venezolano, Onda Nueva, Afrovenezolano, y Joropo Tuyero.
Hasta ese momento, si algún madrileño se había resistido a mover el esqueleto, la fusión Joropo-Bulería que vendría a continuación se los puso más difícil. Para ello también Prisca nos hizo participar en el recital haciendo con las palmas, "Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta..." La pianista venezolana, quien también es historiadora, investigó con éxito la forma de componer arreglos con esos dos géneros que han tenido nexos familiares desde antaño. Zumba que Zumba, Quirpa y Frigiando Merengue fue una muestra del fruto de mezclar la música venezolana y el flamenco, y que favoreció la definitiva integración en la sala.
El repertorio de Prisca pasó también por México con una interesante versión jazzeada de la Bikina. De regreso "al norte del sur", como diría Franco De Vita, la pianista venezolana siguió joropeando con piezas como Joropordiós, Montilla, y una versión del tema en lengua Warao (Delta del Orinoco), Un Setoconao.
Disfruten de un momento de la presentación de Prisca Dávila en la Sala Barco de Madrid con Frigiando Merengue. (Ver Video)
"Otra, otra, otra..." Coreaba el "ansioso" público por más de esa magia sonora. Prisca y compañía complacieron con 2 temas más, incluido el Joropo Pikirillo.
"Get down, get down... Get down, Get down..." De golpe la música funky invadió la Sala Barco, y los cuerpos dejaron de zapatear para conectarse al ambiente discomusic. Era la 1:30am, además de despertar, ya era momento para agradecer a Prisca Dávila por el viaje venejazzolano que tuvimos la oportunidad de disfrutar esa noche de 19 de marzo en Madrid.
Adrián Naya
Video y fotos: Aníbal Ordosgoitty
Agradecimientos a Prisca Dávila, quien también era del "Patio del Colegio" (Leer entrega de diciembre 2009). Gracias también a los letrasterianos Carlos "Ursula" Cruz y Helen López por la información.
Eduardo Dávila (padre de Prisca) en el saxo y flauta, Hilda Hernández en la percusión, Iván Díaz en la batería y Manuel Torcal en el bajo se subieron al escenario para acompañar a Prisca en su paseo con paradas por clásicos venezolanos y piezas de su propia autoría. Merengue Rucaneao, también de Gerry Weil, empezó generar el efecto anti-movilidad en el lugar. Lucerito, Un Helado con Clase, El Catire, Malembe, Desilusión y Lidiando Merengue mantuvo bajo hipnosis grupal en la Sala Barco con ritmos de Tonada, Merengue Venezolano, Onda Nueva, Afrovenezolano, y Joropo Tuyero.
Hasta ese momento, si algún madrileño se había resistido a mover el esqueleto, la fusión Joropo-Bulería que vendría a continuación se los puso más difícil. Para ello también Prisca nos hizo participar en el recital haciendo con las palmas, "Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta... Ta-ta..." La pianista venezolana, quien también es historiadora, investigó con éxito la forma de componer arreglos con esos dos géneros que han tenido nexos familiares desde antaño. Zumba que Zumba, Quirpa y Frigiando Merengue fue una muestra del fruto de mezclar la música venezolana y el flamenco, y que favoreció la definitiva integración en la sala.
El repertorio de Prisca pasó también por México con una interesante versión jazzeada de la Bikina. De regreso "al norte del sur", como diría Franco De Vita, la pianista venezolana siguió joropeando con piezas como Joropordiós, Montilla, y una versión del tema en lengua Warao (Delta del Orinoco), Un Setoconao.
Disfruten de un momento de la presentación de Prisca Dávila en la Sala Barco de Madrid con Frigiando Merengue. (Ver Video)
"Otra, otra, otra..." Coreaba el "ansioso" público por más de esa magia sonora. Prisca y compañía complacieron con 2 temas más, incluido el Joropo Pikirillo.
"Get down, get down... Get down, Get down..." De golpe la música funky invadió la Sala Barco, y los cuerpos dejaron de zapatear para conectarse al ambiente discomusic. Era la 1:30am, además de despertar, ya era momento para agradecer a Prisca Dávila por el viaje venejazzolano que tuvimos la oportunidad de disfrutar esa noche de 19 de marzo en Madrid.
Adrián Naya
Video y fotos: Aníbal Ordosgoitty
Agradecimientos a Prisca Dávila, quien también era del "Patio del Colegio" (Leer entrega de diciembre 2009). Gracias también a los letrasterianos Carlos "Ursula" Cruz y Helen López por la información.
No deja de sorprenderme el "talento" que mi gente derrocha por doquier.....se me para los pelos de punta con tan exquisito deleite y no solo me refiero a la inmejorable presentación de Prisca Dávila sino tambien el trabajo que estás realizando "hijo querido"
ResponderBorrarAdrianz, ¡Pero qué bueno!, he visto en el fondo del escenario que la presentación de Prisca fue en el marco del festival ELLAS CREAN, ¡que maravilla! Leyendo esta entrega en tu blog me quedo con un poquito del sabor del festival, ¡Qué ganas de estar allá! Un abrazo fuerte
ResponderBorrarHola desde este momento soy seguidora de tu bello blog, te invito a visitar el mio, el blog de MA.
ResponderBorrarUn cordial saludo de MA