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Mostrando las entradas de julio, 2014

Lo que el río no se llevó

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Jeff Buckley: Una voz eterna Una cosa lleva a la otra, y a la otra, y a la otra. Sting me llevó a conocer a Chris Botti, y este a Jeff Buckley . Este último, para quien no lo conozca al igual que este servidor, está considerado como una de las grandes voces de la música de todos los tiempos, con un rango vocal que alcanza las cuatro octavas y media, es decir capaz de llegar a casi todos los registros de un piano. Jeff Buckley se alimentó de la música de quienes después lo idolatraron a raíz de su primer trabajo (Grace), como es el caso de Bod Dylan, Robert Plant y Jimmy Page. En una entrevista el guitarrista de Led Zeppelin consideró ese disco como el mejor de la década de los noventa.  Hace veinte años Buckley debutó con un gran impacto en Estados Unidos, Europa y Australia, en donde fue escogido como de los mejores álbumes de la historia. El mencionado trompetista Chris Botti ha comentado con emoción en varias ocasiones la fortuna que tuvo de haber compartido el mismo estudio

El templo del perro

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Puro culto En Seattle, a comienzos del 1991, estaba a punto de estallar una olla con algo que llamaron los críticos de la música como Grunge. Antes que ese verano llegara con  "Nevermind" de Nirvana y "Ten" de Pearl Jam, se grabó otro disco que ha sido considerado de culto para el mencionado subgénero, " Temple of the Dog ".  Esta producción fue cocinada en homenaje al cantante Andy Wood, admirado en el circuito de Seattle por su trabajo con la banda Mother Love Bone. Los autores de este recordatorio fueron Chris Cornell y Matt Cameron de Soundgarden, y Jeff Ament y Stone Gossard, ex-compañeros del fallecido Wood. Pero el equipo de cocina estaba incompleto y para ello reclutaron a Mike McCready, y a un tal Eddie Vedder proveniente de San Diego, California, quien venía en calidad de "practicante" y en período de prueba para futuras creaciones. El trabajo " Temple of the Dog " dejó muy buen sabor de boca a todos sus creadores e