LETRASTEREO

(EN EL CAPÍTULO ANTERIOR) Juan Carlos alias "Mameitas", viejo amigo melómano del colegio, "desapareció" en el verano 1989 secuestrado por sus padres, quienes los llevaron sin retorno a la Isla de Madeira. En el 2014 ha reaparecido después de 25 años gracias a la investigación de amigos en común por las redes sociales. Letrastereo ha creado una serie de volúmenes para compartir con Mameitas algunos de los hechos musicales de poprock que no cruzaron el Atlántico. De "Septiembre Rojo" a otros experimentos En 1992 Mameitas algunos de tus compañeros de clase participaron en el 1er. Festival Intercolegial de Bandas de Caracas, con "Septiembre Rojo". Agrupación en la que probablemente hubieras participado. La experiencia fue exitosa en términos vivenciales, y un fracaso si lo ves por la calificación obtenida. Recordarás que el G runge de Seattle, con Nirvana y Pearl Jam a la cabeza, estaba revolucionando la escena rock mundial, y destronar el

Desde "Sin Salida" a "Septiembre rojo" Octubre de 1988. Caracas, Venezuela. Colegio San Agustín El Marqués. Primer día de clases del segundo año de bachillerato. En el salón "C" nos reencontramos los sobrevivientes del curso anterior, más la incorporación de un nuevo compañero: - ¿Qué tal, cómo te llamas?  - Pregunté al joven con cara de perdido sentado en el pupitre de mi lado derecho. - Juan Carlos... Vengo del colegio... Desde ese día comenzó una gran amistad entre Juan Carlos y yo con una potente bisagra de unión con la música. Por supuesto, Juan Carlos se integró de inmediato a nuestro grupo de melómanos de la clase, en el cual los vinilos y casetes iban y venían de mano en mano. A medida que transcurría ese año escolar los lazos de camaradería con Juan Carlos se fueron fortaleciendo y nuestro biblioteca musical también. Fueron nuestros primeros días de conciertos en el floreciente movimiento del rock en español en Latinoamérica, y en esp

No hay nada que hacer Hay canciones capaces de hacerte sentir alegría, vigor, rabia, tristeza, nostalgia, etc. Hay otras, suelen ser contadas con los dedos, que tienen todos los ingredientes para dejarte en un estado de vulnerabilidad total. Cuando empiezan a sonar no hay manera de liberarse de ellas. Tienen la pócima perfecta.  No hay razón musical que explique el efecto hipnótico de estas canciones que desarman cualquier coraza de juicios. Terminas "desnudo".  Cada ingrediente está servido en la medida justa y mezclado hasta llegar al punto que sus ondas desactivan tu sistema de "compostura". Uno intenta descifrar estas canciones, pero es un engaño. Ellas tienen una esencia mágica producto de diferentes momentos entre el proceso de composición y la grabación en el estudio, que al final ni sus propios autores conocen la magnitud de su creación. Esos temas son como un tesoro íntimo que deben ser manipulados con cautela por su peligrosidad. ¿Por qué? Po