Bigotes y afro



Los setenta, como periodo, es tal vez de las décadas menos valoradas en la historia del Pop y el Rock. Por el contrario, los sesenta se llevan todos lo honores, lógicamente, por la aportación de los Beatles, los Rolling Stones, Jimi Hendrix, James Brown, Beach Boys, Ray Charles, etc., etc., etc. Pero sinceramente creo que es estéril caer en comparaciones sobre cuál es la mejor época de producción musical. Esta entrega tiene sólo la intención de rescatar algunos temas y artistas que brindaron su arte por aquella época, llena de bigotes y afro.

Para dar un ligero contexto, se puede decir que en los setenta se vivieron varias oleadas musicales, fruto lógicamente de la realidad mundial de la época en plena Guerra Fría, Vietnam, etc. Después de los intensos años sesenta, nacieron varios subgéneros que muy pronto llegaron a tener una identidad adulta consolidada, como es el caso del Punk, y en otros casos, llegaron para mutarse en otros sonidos, como sucedió, por ejemplo, con el Glam Rock, el Rock Sinfónico, la electrónica, Disco Music, entre otros. 

Fue por estos años que hizo su aparición el sintetizador para felicidad de unos y desgracia de otros. La tecnología de grabación avanzó a grandes pasos para permitir mayor experimentación en el estudio, y los escenarios se volvieron más sofisticados en sonidos, luces y pirotecnia para consolidar una industria de eventos musicales (Pink Floyd, David Bowie, etc.)

LLegada al planeta

A mediados de esa década mis padres me permitieron aterrizar en este mundo, por lo
que me tocó captar algo del sonido de aquella época. Los cassettes en la carretera camino a la playa y los vinilos en casa fueron las píldoras que comenzaron el proceso de "educación" musical y de llenado de la virgen biblioteca cabezal.

De esas sesiones hay algunos temas que al parecer se quedaron estacionados por aquellos años, y cada vez que tengo la oportunidad de escucharlos es como si me volviera subir al Chevy Nova verde botella de mi papá. Un ejemplo de esa tele-transportación, con gasolina de 79 octanos y plomo, sucede con "Baker Street" de Gerry Rafferty.







"Dust in the wind" es otra canción importante de la época, y culpable de miles de baladas heavy metal de los ochenta y noventa. Disfruten o recuerden esta suave pieza de Kansas.







El siguiente tema está a cargo de un hombre que en esa época tuvo una gran presencia, Billy Joel. "My Life" de es uno de tantos temas que el neoyorquino logró hacer sonar con fuerza en aquel Chevy Nova.






Para cerrar esta serie, bastante subjetiva sobre música de los setenta, he seleccionado a Blondie, una banda que transitó del Punk al Disco Music sin sufrir daños en el intento. Otros no salieron tan bien parados, como los Rolling Stones, quienes se dejaron atrapar por el tsunami disco de finales de esa década sin mucho éxito. De Blondie la elegida es "Heart of Glass", recientemente resucitada gracias a la misma banda que ha vuelto a los escenarios.






La lista se podría prolongar por horas y horas, pero es sólo un ejercicio de reconexión con temas que están estacionados en el mismo lugar del Chevy Nova verde de la familia, y en el que mi papá conducía con sus bigotes y un poco de afro.


Adrián Naya

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Nunca es tarde

Blanca mujer

Camas ardientes