El regalo bueno y el regalo buenísimo

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"¡Ese, no el otro. Ese por favor!"

Decía a todos a los presentes para elegir con bastante suerte, a mi parecer, el mejor regalo incógnito posible de todos los que estaban en juego en la intrigante y divertida dinámica del "El regalo bueno y el regalo malo". 

Para quien no lo conoce, este es un juego donde cada participante tiene que aportar dos regalos, uno considerado "bueno", es decir, deseable y otro regalo "malo", cualquier objeto inútil, despreciable, etc. Ambos deben estar bien envueltos para que nadie más sepa cual es su contenido. Esta incertidumbre es uno de los atractivos de este divertido juego. El segundo interesante factor de la dinámica es la tirada de los dados para entrar en la subasta y elegir a intuición los tesoros ocultos o por "mala" fortuna quedarte con graciosos e inútiles regalos.

El juego se ha convertido en una tradición familiar para hacer más divertidas las navidades. En la edición 2011 éramos unos quince participantes, lo que resultó que el bote alcanzara los 30  regalos sorpresas. No faltaron las las bromas, las risas, los comentarios para despistar a los demás, etc. En fin, más de una hora de lanzamiento de dados para que cada quien se quedase con los tesoros:

"¿Será bueno ó malo?"

Retiré el papel del primer obsequio y el resultado fue satisfactorio: una botella de ron:

 "¡Misión cumplida!, al menos un regalo bueno". 

Eso pensé y respiré con alivio por haber esquivar uno de los quince regalos "malos". Más relajado y sin temor abrí el segundo obsequio. Papel y más papel para escarbar hasta el centro del intrigante regalo. Después de unos segundos de máxima incertidumbre apareció la imagen en blanco y negro de una guapa chica en la que se leía: "ADELE 21":

"Bingo", exclamé con una gran sonrisa en la cara de oreja a oreja. Había obtenido un regalo bueno, y el otro no era bueno, sino buenísimo. Elegí lo que era para mí el mejor regalo del juego de esa noche, la producción de las mejores voces femeninas de la actualidad. Por supuesto, para un melómano no hay mejor regalo que música o un artilugio relacionado.  ADELE 21 sobrepasó cualquier expectativa en este juego.

Comparto con ustedes lo recibido. Por esta vía es complicado brindar con el ron obtenido, pero con la música si es posible. (Ver Vídeo)





Este disco de la joven inglesa ya había pasado por mis manos 
seis meses antes cuando lo había comprado para regalarlo a un familiar. Ahora yo recibía ese regalo. Ley de atracción, destino...

Disfruten de otro fragmento de mi regalo buenísimo. (Ver Vídeo)





Les deseo más regalos y momentos buenos y buenísimos en sus vidas, y si se pueden ser con música mejor.


Adrián Naya

Comentarios

  1. No había visto sino hasta este momento esta entrega...Adele es espectacular, por su exquisita y dulce voz, y me hace acordar (cuando está hablando)...de un personaje muy querido que ambos conocemos y muy bien...y eso me produce mucha gracia.
    Nuevamente mil gracias

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